“Nunca llueve a gusto de todos”, “En la variedad está el gusto” o “Para gustos, los colores” forman parte del refranero popular y seguro que las has usado en más de una ocasión. Son el mejor ejemplo de la importancia de tener opciones entre las que elegir, no importa el entorno del que hablemos.
Cuando se trata de inversión esta capacidad de poder optar por varios productos es todavía más importante. Sin embargo, no siempre le prestamos la debida atención. Cada día miles de españoles acuden a su oficina bancaria para preguntar qué pueden hacer con sus ahorros y salen con un fondo de inversión o un plan de pensiones contratado bajo el plazo.
En el mejor de los casos, si son suficientemente listos, pedirán la información para estudiarla en casa y se llevarán consigo una propuesta que casi nunca superará los cuatro fondos, todos ellos además gestionados por la casa. Es decir, que según la entidad no hay mejor fórmula para hacer crecer tus ahorros que sus propios productos, son los mejores del mercado en todas las categorías. Nada más lejos de la realidad, de hecho, la mayoría de fondos superventas de los bancos no están entre los más rentables. Si se contratan es más en base a los esfuerzos comerciales del banco que a su evolución.
¿Sólo tiene productos propios tu banco?
Las entidades financieras tradicionales te ofrecerán sus propios productos porque son con los que más ganan pero también porque su oferta es limitada. Para comprobarlo es tan fácil como entrar en la sección de inversión de su página web y ver cuál es su oferta de fondos. Olvídate de los que gestione la entidad y que podrás identificar porque tiene el nombre del banco (aunque cada vez evitan más esa asociación) y busca los que tengan una denominación diferente. Verás nombres como Pimco, Fidelity, Okavango y otras de las grandes gestoras.
Si lo prefieres también puedes buscar en MorningStar o VDos los fondos mejor valorados y preguntar por ellos en tu ofician. Es fácil que te lleves un sorpresa y que no estén disponibles o que te pongan trabas para su contratación e incluso que te ofrezcan alternativas propias. Esa debería ser una señal de que la oferta financiera de tu banco no es tan buena ni amplia como quieren hacerte creer.
¿Por qué es tan importante tener muchos fondos?
En todo el mundo se comercializan miles de fondos. Sólo en el territorio nacional el Banco de España tiene registrados 5.929 fondos a los que se sumarían los de las gestoras extranjeras no registrados. En MorningStar trabajan con una base que supera los 30.000 fondos.
Además hay que tener en cuenta que la propia industria distingue entre varias categorías de fondos de inversión. La distribución más básica sería en función del tipo de activo: renta fija, renta variable, renta fija mixta, renta variable mixta y garantizados, pero también se puede distinguir por región (Europa, Estados Unidos, Emergentes, Asia…), por tipo de gestión…
Para hacerte una idea, MorningStar trabaja con casi 300 categorías. Su distribución es exhaustiva, pero una buena debería incluir un mínimo de 30 categorías y al menos tres fondos diferentes en cada una de ellas. Ahora seguro que ya te cuadran los números y tienes más claro por qué si tu banco no te ofrece 100 fondos, no te conviene.
La importancia de la arquitectura abierta
En realidad, el número de fondos sólo es un indicativo de cómo trabaja una entidad. Lo que debes pedirle a tu banco y a tu asesor financiero es que utilice un sistema de arquitectura abierta.
Un sistema de arquitectura abierta se caracteriza por no estar limitado a los productos del propio banco. Las entidades que trabajan de esta forma ofrecen a sus clientes una amplia gama de fondos de inversión gestionados por diferentes entidades, tanto nacionales como internacionales.
Como es lógico, cuantos más fondos más posibilidades de poder elegir entre alguno de los mejores y poder organizar mejor la cartera de inversión. Esta es una de las diferencias entre el asesor independiente y el banquero privado.