La diferencia entre un asesor independiente y el asesor con el que estamos acostumbrados a tratar en la oficina bancaria tradicional reside, principalmente, en el no conflicto de intereses en las valoraciones y asesoramiento realizado al cliente. Esto se debe a que el asesor independiente no dispone de producto propio y pude contratar cualquier producto financiero de otras entidades. Así, el asesor no obtendrá mayores ganancias por distribuir un producto u otro por lo tanto es más fácil que los intereses del experto y del inversor vayan en la misma línea. De esta forma, conseguimos evitar campañas de colocación y productos estandarizados para todo perfil de inversores a cambio de obtener carteras personalizadas y únicas para cada perfil de inversor.
Los asesores de entidades bancarias también pueden ofrecer servicios muy similares a los proporcionados por los asesores independientes, pero este derecho solo es válido para mayores capitales que puedan permitirse entrar dentro de la “Banca privada” (en muchas entidades a partir de 500.000€ o de 1.000.000€).
Las principales plataformas para la distribución de fondos de inversión en España son: Tressis, Allfunds (utilizada por la mayoría de entidades bancarias) e Inversis.
En conclusión, la posibilidad de trabajar con una entidad que no dispone de producto propio como Inversis nos permite ser capaces de realizar una arquitectura abierta a la hora de confeccionar nuestra cartera para cualquier importe.