Muchos ahorradores, a final año, consideran qué hacer con sus planes de pensiones y calculan cuánto deberían aportar para pagar menos impuestos de cara a la declaración de la renta. Y, mientras tanto, los bancos nos inundan con anuncios sobre sus nuevos planes de pensiones y los “regalos” que recibimos si nos convertimos en sus clientes (televisores, vajillas, cazuelas, Ipad, dinero, etc.).
Te damos cinco consejos clave, que esperamos que sean de utilidad, para decidir qué hacer con tus planes de pensiones y cuándo o cómo aportar para reducir impuestos.
1º consejo: “No a los planes garantizados”
Los Planes de Pensiones Garantizados aseguran todo o parte del capital invertido a una determinada fecha prefijada. La garantía depende de que el inversor mantenga sin trasladar o liquidar sus posiciones (jubilación, desempleo de larga duración, dependencia severa o gran dependencia, invalidez total, invalidez absoluta y gran invalidez) durante el plazo determinado (de 4 a 8 años). Si se quiere trasladar o hacer líquido fuera de la fecha de vencimiento será, a valor de mercado, como cualquier otro plan de pensiones. Estos planes suelen tener altos costes; muy superiores a los normales y que por tanto merman la rentabilidad. Con una cartera de planes de pensiones convencionales, adaptada al perfil y horizonte temporal del inversor, se consiguen mejores resultados, libertad de actuación, flexibilidad y una mayor agilidad que nos permite adecuarnos al momento de los mercados.
2º consejo: “Cuidado con los regalos”
A final de año hay muchas campañas comerciales de entidades que lo que persiguen es hacerse con el patrimonio o con las aportaciones de los planes de pensiones. Cambiar nuestros ahorros guiados por el “regalo” es un gravísimo error que debemos evitar. Para empezar, “el regalo” tributa como ganancia patrimonial (hay que pagar impuestos por él). Además, las entidades condicionan siempre la bonificación a mantener el ahorro durante un plazo determinado que puede ser entre dos y ocho años. El incumplimiento del plazo puede provocar la devolución del incentivo.
Lo que a simple vista parece un regalo nos puede hacer mermar la rentabilidad de nuestros ahorros destinados a la jubilación. La obligación de permanencia elimina la capacidad del ahorrador de movilizar sus ahorros, en función de las condiciones del mercado, para tratar de mejorar su rentabilidad.
3º consejo: “Calcular cuánto debo aportar al plan de pensiones”
Es primordial conocer de antemano cuánto necesito aportar al plan de pensiones. Tendremos en cuenta lo que la ley nos permite que, actualmente, es la menor de las siguientes cantidades: 30% de los rendimientos de trabajo y actividades económicas o 8.000€. Es imprescindible aportar sólo lo necesario y por la cantidad que tenemos derecho a desgravar ya que existen instrumentos financieros a medio-largo plazo que a la hora de rescatar (liquidez) son mucho más beneficiosos fiscalmente que los planes de pensiones (Ej: fondos de inversión entre otros).
4º consejo: “Debemos tener muy presente el horizonte temporal para jubilarnos”
A la hora de organizar nuestra cartera lo que determina el porcentaje de activos con poco riesgo vs activos con mucho riesgo dependerá, en gran medida, del horizonte temporal que nos reste para la jubilación y de nuestro perfil de riesgo.
- Si mi horizonte temporal es de más de 10 años mi principal prioridad será la rentabilidad. Para ello tendré activos con mucha volatilidad, sobretodo renta variable. Y a partir de ahí deberíamos de ir reduciendo paulatinamente el riesgo, a medida que nos acerquemos al momento de la jubilación.
- Si mi horizonte es de menos de 2 años, mi principal prioridad es conservar el capital, por tanto, la parte que tengo pensado empezar a cobrar, a corto plazo, la tendré en planes de pensiones monetarios o de renta fija a corto plazo o en general activos con baja volatilidad.
5º consejo: “Diversificar”
A diario analizamos carteras en las que los inversores concentran en un solo plan todo su patrimonio. La mejor forma de reducir el riesgo en nuestras inversiones es la diversificación, que nos permite disminuir la volatilidad de la cartera. Por tanto, la opción más prudente siempre será diversificar la cartera en función de nuestro perfil, horizonte temporal y capacidad de riesgo. Se consigue mezclando en la cartera diferentes tipos de categorías de activos, sectores, zonas geográficas, divisas, gestoras, etc. Y siempre de la mano de un profesional.
Para ayudarte a que tengas una correcta planificación de tu jubilación es conveniente que te pongas en manos de un agente o asesor financiero profesional sin conflicto de intereses.