A menudo escucho a muchos clientes comentar que “los depósitos no tienen riesgo, que están garantizados”. Y nada más lejos de la realidad: un depositante ofrece su capital a una entidad bancaria entrando de lleno en el pasivo de este banco y por tanto asumiendo todos los riesgos de la actividad de dicha entidad. Además, el Fondo de Garantía de Depósitos actualmente no sería suficiente para cubrir todos los depósitos que existen.
En el caso de los bonos, nos exponemos al riesgo de la entidad emisora de ese bono, y para ello tendremos que analizar el riesgo de la entidad. La medida convencional más utilizada para este propósito es la Calificación de Crédito o rating de una emisión concreta. La calificación de crédito establece la capacidad de una entidad para pagar su deuda (capital más intereses) ante entornos económicos cambiantes y más o menos favorables.
Las principales agencias de calificación de riesgo son Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch, ellas son las encargadas de otorgar una nota a cada entidad y emisión en relación a los riesgos que conlleva. Mi recomendación es no comprar ningún bono que no tenga calificación crediticia de al menos una de estas tres agencias. Comprar un bono sin rating es como invertir a ciegas.
Sin entrar en detalles, tenemos que saber que la mejor calificación posible es la AAA/Aaa (rating del bono Alemán), y desde la AAA/Aaa si descendemos hasta la BBB-/Baa3 los bonos serán del denominado grado de inversión o Investment Grade, el grupo más seguro. A partir de BB+ hacia abajo serán bonos del grado especulativo o High Yield. A pesar de ser bonos del grado especulativo, podemos encontrar opciones interesantes dentro de este grupo, pero no debería aventurarse en bonos más allá de la calificación CCC+/Caa1.
Otros riesgos adicionales que debemos considerar en la inversión en bonos son el riesgo de la inflación, el riesgo de mercado, el riesgo de tipos de interés, el riesgo de divisa y el riesgo de vencimiento. Sin embargo, lo que debe tener claro como inversor, es que si espera al vencimiento del bono, el único riesgo que le debe preocupar es el riesgo de crédito (calificación crediticia).
– Riesgo de inflación: La inflación es el principal enemigo de un bono con cupón fijo ya que erosiona el poder adquisitivo de cada uno de los cupones.
– Riesgo de mercado (precio): Su bono cotizará diariamente en el mercado secundario y por consiguiente su valoración podrá mejorar o empeorar. Este hecho le afectará positiva o negativamente en el caso que quiera venderlo antes de la fecha de vencimiento. Si se espera a su amortización a vencimiento, este riesgo no le afecta. La variación en precio reflejará las perspectivas macroeconómicas y de la evolución de la compañía emisora.
Riesgo de tipos de interés (sensibilidad): Una subida de tipos de interés por parte del Banco Central dañará el precio del bono ya emitido pero no el cupón, que continuará intacto. Los bonos Investment Grade serán más sensibles a una variación en los tipos de interés que los High Yield.
– Riesgo de divisa: Puede comprar bonos denominados en Euro o en otras divisas, en este segundo caso, añade a su inversión el riesgo de variaciones en el tipo de cambio de la divisa escogida. Sólo debería comprar bonos en otra divisa cuando las perspectivas de apreciación respeto al Euro son previsibles. Por ejemplo, si invierte en bonos denominados en Dólares, el posible daño de una subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal puede quedar compensado por la apreciación de esta divisa debida a la misma subida de tipos.
– Riesgo de vencimiento (duración): Cuanto más largo sea el vencimiento de un bono, más se expone el inversor al riesgo de esa compañía y a los diferentes riesgos que he analizado más arriba.
Robert Casajuana i Alujas
Socio de SLM y Director Académico de ISEFI