Como cada Navidad, nos preguntamos dónde vamos a invertir el año que viene y normalmente dudamos si será en bolsa o en renta fija. Ante esta encrucijada parece que los inversores buscan los consejos económicos de los expertos o gurús que tratan de dar su mejor visión de cara al próximo año. Al final, es como una especie de tómbola misteriosa de la que seguramente, si comprobáramos la previsión realizada el año anterior, en el 90% de los casos no dan ni una.
¿Cómo hacen estos expertos sus previsiones? Suelen coger un perfil tipo, por ejemplo, uno conservador; y a ese perfil le dan un tipo de porcentaje de renta fija o renta variable sin atender a más condicionantes. ¿Te lo imaginas? Según esta idea, todos los conservadores deberían de estar en renta fija o monetaria a un 50-70%, por ejemplo.
Lo que quiero decir con esto es que no es lo mismo un activo monetario que uno de renta fija, ni tampoco lo es su horizonte temporal. Muy poco tienen que ver, también, los riesgos que se derivan de las características de cada activo. Sin embargo, esto parece que no lo tienen en cuenta en todos los bancos y ahí, créeme, es a dónde te van a querer llevar aprovechando tu situación de búsqueda y análisis. Recuerda que son muchos los que buscan esa bola mágica que les diga qué hay que hacer en estas fechas y te aseguro que siguiendo cualquier consejo empezarán el año en negativo.
A la pregunta de si hay que seguir las recomendaciones de los gurús, independientemente de los objetivos propios, de sus nombres y apellidos o su patrimonio total; yo respondo: ni se te ocurra.
También es de recibo saber que desde la redacción de los periódicos económicos es imposible conocer a todos los ahorradores, sus pensamientos, sus particularidades, su perfil de inversor, su horizonte temporal, su planificación financiera… Hay que tener en cuenta que lo que ofrecen es una recomendación general que se queda en eso, en una mera recomendación simplista que no sirve a todos los clientes conservadores.
Mi recomendación para estos casos va más allá. Cada uno de nosotros debe realizar su propio estudio, su análisis financiero personal. Lo que no podemos hacer es leer un artículo en Expansión, por ejemplo, seguirlo a pies juntillas y en base a eso tomar decisiones. Probablemente te acabarás equivocando.
La mejor opción es que os dejéis acompañar por un buen asesor financiero personal, para que vuestra planificación sea única y en la línea de vuestras necesidades y objetivos. Así estoy seguro que 2016 será un año plagado de éxitos económicos.