La semana anterior los mercados mostraron ciertas correcciones, una evolución que podemos considerar normal después de las últimas subidas. El fondo de mercado sigue siendo bueno.
La Reserva Federal de Estados Unidos se volvió a reunir este mes de Octubre, no ofreció sorpresas al dejar sin cambios los tipos de interés en el rango de entre el 1% y el 1,25%. Los datos macroeconómicos de Estados Unidos siguen siendo positivos, destacando una tasa de desempleo que ha bajado hasta el 4,2% (nivel considerado próximo al pleno empleo y el menor desde 2001 en Estados Unidos) y el Producto Interior Bruto mostró un crecimiento del 3% en el tercer trimestre, lo que supuso dos trimestres consecutivos de crecimiento a ese ritmo. El optimista tono del comunicado de la Fed y los recientes datos publicados han renovado las expectativas de que el banco central eleve los tipos de interés en su última reunión del año, prevista para mediados de diciembre. El Dólar se sigue apreciando y ya se encuentra en niveles por debajo del 1,17 en su cambio contra el Euro, y sigue apuntando a la misma tendencia para el corto plazo.
En Europa también se reunió el Banco Central con novedades significativas en su programa de expansión monetaria, aunque ya esperadas en gran parte por el mercado. Por un lado amplía el programa de compra de bonos nueve meses (ya que el programa actual finalizaba en diciembre de 2017), pero a su vez reduce las compras de los actuales 60.000 millones de euros mensuales a 30.000 millones a partir del mes de enero. La ampliación de las compras llevará el total desembolsado en estos años a 2,55 billones de euros. Y si la economía flojea se podría volver a aumentar las cantidades. Los tipos, por su parte, siguen invariables en mínimos históricos, y lo seguirán estando por un largo periodo de tiempo. En cuanto a la aplicación en las carteras, consideramos que debemos ir abandonando las emisiones de deuda pública europea, a pesar de no ver tensión en el corto plazo, la puede haber en unos meses. En renta variable, consideramos que el agotamiento de la tendencia alcista se producirá antes en Estados Unidos, viendo más recorrido actualmente en Europa. Nos siguen gustando las economías nórdicas o la Suiza, que continúan siendo oportunidades de descorrelación básicas para cualquier cartera.
Si bien comentamos en el pasado informe que la posición del Reino Unido ante la negociación del Bréxit se puede ir erosionando paulatinamente, este mes comentamos la primera subida de tipos del Banco de Inglaterra en la última década. Subió los tipos de interés un cuarto de punto, hasta el 0,5%, con el objetivo de poner freno a la inflación que supera con creces su objetivo del 2%, en una economía fuerte (que arroja un crecimiento interanual del 1,5%) y un bajo nivel de paro. Por otro lado, el BoE mantiene en 10.000 millones de libras esterlinas (11.276 millones de euros) el programa de compra de deuda de empresas financiado con la emisión de reservas del banco central, así como de continuar con el programa de 435.000 millones de libras de compra de bonos soberanos.
En los mercados emergentes, destacamos las reformas económicas que ha propuesto el gobierno Chino para los próximos años. El líder Xi Jinping parece dispuesto a implementar las reformas necesarias para cambiar el actual modelo de crecimiento económico de China, basado en la inversión y el endeudamiento, hacia una economía de consumo y cumpliendo con los objetivos medioambientales, una prioridad para las autoridades chinas que dan ahora más importancia a la calidad del crecimiento que a la cantidad. Una de las primeras tareas es permitir la entrada de capital privado en las empresas de propiedad estatal, que tienen en general altos niveles de endeudamiento y no son, en muchos casos, rentables. Otra situación que se quiere combatir es la apertura de los mercados financieros y la simplificación de la regulación. Seguimos con un buen tono en los mercados emergentes potenciando los países asiáticos.
En conclusión, afrontamos el último tramo del año con buenas sensaciones y estabilidad en los mercados. En líneas generales, las carteras ya están equilibradas en su nivel de riesgo adecuado y no consideramos realizar un incremento brusco de la exposición a los índices bursátiles.