Dejamos atrás una semana que ha sido positiva para los mercados a nivel global, con algunas excepciones que comentaremos en las líneas siguientes. En Estados Unidos, los índices de referencia han cerrado la semana en positivo (Dow Jones +2,77% y S&P 500 +1,62%) tras unas semanas de tensiones geopolíticas con la salida de Estados Unidos del pacto con Irán y los diferentes aspectos relacionados con los aranceles. En Europa, las principales plazas bursátiles presentaron distintos signos al cierre de la semana anterior, siendo los que mejor comportamiento mostraron, el selectivo español (Ibex35 +1,18%) y el alemán (DAX 0,33%), mientras que el índice de referencia europeo (Eurostoxx 50: -0,18%) cerró prácticamente plano. En el continente asiático, se ha mantenido el tono positivo con los índices de China (Hang Seng +1,53%, CSI 300 +0,24%) y Japón (Nikkei +2,36%) terminando la semana en número verdes.
En lo que hace referencia al “viejo continente”, parece que el pulso de la actividad económica muestra signos de cierta desaceleración en esta primera mitad de año con un PIB en el primer trimestre del 0,4%, inferior a las estimaciones que lo situaban en el nivel del 0,5%-0,6% y unos indicadores adelantados de actividad inferiores como los PMIs en un signo menos positivo que el publicado en meses anteriores. A todo esto hay que añadirle, las tensiones vividas en las últimas semanas en países como Italia y España, donde parece que la situación se ha normalizado con una consiguiente relajación en las primas de riesgo de sendos países, pero será muy importante seguir de cerca los acontecimientos que puedan surgir ya que una oposición agresiva en España y un incremento de las tensiones internas en Italia podría devolver la volatilidad al mercado europeo.
En Asia, parece que las principales potencias económicas toman direcciones contrapuestas. Por un lado China, cuya actividad comercial parece no reflejar todavía las consecuencias de las diferentes disputas con Estados Unidos al mostrar un incremento de las exportaciones de un 12,6%, ligeramente por debajo del publicado en el mes de abril pero con un dato que aún brinda buenas noticias para las autoridades locales, inmersas en plenas negociaciones con Estados Unidos, mientras que por el otro lado, en Japón los recientes datos macroeconómicos publicados “encienden las alarmas” y ponen el foco en el país nipón, ya que tras un largo periodo de crecimiento continuo, el PIB del primer trimestre ha sido del -0,2% con un gasto de los hogares que se contrajo inesperadamente en abril. A pesar de que todavía es demasiado pronto para hablar de recesión, una publicación importante negativa podría incrementar las posibilidades de serias dudas de la actividad económica del país.
Por último cabe destacar, los importantes retrocesos que han experimentado algunos mercados emergentes como es el caso de Brasil (Bovespa -5,56%), debido a una importante depreciación de su moneda que ha afectado al mercado de capitales local, caso muy similar al de Turquía (Istanbul Index -3,32%).
En conclusión, debemos monitorizar muy de cerca los acontecimientos que puedan ocurrir en las próximas semanas siguientes en Italia y España, manteniendo una cierta cautela en estos países. Por otro lado, será importante también la reunión del BCE de este jueves, en la que no se espera subida de tipos, aunque sí que será importante ver si Mario Draghi da alguna pista o señal a los mercados de cómo se va a proceder en la normalización monetaria de los siguientes meses.