Quién esté acostumbrado a leer la prensa económica, habrá leído muchas veces, que los inversores españoles, estamos a la cola de Europa en cuanto a contratar los servicios de un asesor profesional de inversiones.
En muchos países europeos, la gente se ha acostumbrado a separar la banca comercial, de la banca de inversión, lo que les ha ayudado a obtener un mejor rendimiento de sus carteras, un menor riesgo gracias a una diversificación adecuada y la tranquilidad de que sus carteras se ajustan a su perfil inversor y objetivos. Esto en España, todavía no ha ocurrido, aunque sí se está observando que cada vez son más los clientes que separan sus productos de ahorro de sus productos de inversión.
Hay que tener en cuenta, que históricamente, la banca comercial se ha dedicado principalmente a prestar dinero y obtener un beneficio con los intereses que ello le ha generado. Ha sido en las últimas décadas, cuando los bancos han ido adentrándose en el terreno de la banca de inversión, ofreciendo productos a sus clientes, que en muchos casos, no eran apropiados (preferentes, productos estructurados, carteras con un alto nivel de riesgo y sin diversificar, etc.).
La clave está, en que el cliente objetivo de la banca comercial y de la banca de inversión, es muy diferente, ya que en el caso de la banca comercial, se suele tratar de clientes que demandan un servicio menos especializado (depósitos, cuentas de ahorro, tarjetas, etc.). Es por ello, que muchos clientes, se encuentran con que su banco de toda la vida, comienza a ofrecerle productos complejos, sin tener en cuenta su perfil de riesgo, nivel de conocimientos o necesidades financieras y objetivos a medio plazo.
Es importante, tener en cuenta, que de igual manera que cuando tenemos una dolencia física, acudimos a un especialista como es el médico, cuando tenemos una idea de inversión o una necesidad de generar una rentabilidad a nuestro patrimonio, deberíamos de acudir al tipo de banca apropiada, una entidad especializada en inversiones, donde haya profesionales con la preparación específica adecuada, para darnos el mejor servicio.
Así pues, creemos que es muy importante, a la hora de elegir un banco con el que trabajar, más que ver las comisiones que nos cobra (ya que hay muchos bancos que necesitan captar fondos de manera urgente, y hacen campañas agresivas de rebaja de comisiones), valorar que servicios nos ofrece, y si estos servicios cubren nuestras necesidades.
También es muy importante valorar la oferta de productos que la entidad tiene para sus clientes. Para un cliente por ejemplo que busque invertir en fondos de inversión, no tiene sentido trabajar con un banco que solo le ofrezca fondos propios, de igual manera que un cliente que busca tener una buena cartera de acciones, no puede estar en una entidad que solo le permita operar en el Ibex35 por ejemplo.