Se ha hablado mucho de si el mercado de la vivienda ha tocado fondo y si es una buena posibilidad de inversión. Además, ahora que la banca ha hecho el “agosto” con el gran trasvase de parte de sus depósitos a fondos de inversión (de pagar por tus ahorros, ahora nos cobran) mucha gente se pregunta si no será mejor invertir en vivienda otra vez.
Lo primero que debemos de definir es qué tipo de inversor somos y qué es lo que queremos. Si buscas rentas y una apreciación futura del capital, la vivienda puede ser útil. Es importante diversificar los patrimonios y no caer en el error de concentrar toda la inversión en un solo activo, por muy barata que sea la vivienda.
En este caso, vamos analizar los pros y las contras de la vivienda porque de los fondos mucho se ha hablado ya.
Probablemente la vivienda ha tocado suelo o está en vísperas de hacerlo. Ya hemos tenido el último trimestre donde el precio de la vivienda ha subido. Los principales problemas del mercado de la vivienda es su falta de liquidez (cuando quieres vender te puede pasar como en 2008-2012 que no se vendía nada), los altos costes de transmisión (cada vez que quieras entrar y salir pasas por notaria, registros, inmobiliarias, etc.), la falta de seguridad jurídica en el alquiler de la vivienda (aunque en este aspecto se ha mejorado bastante; todavía se oyen casos de que entran inquilinos, no me pagan y ahí están… no los puedo echar o te cuesta un tiempo excesivo regularizar esa situación). Además están los altos costes de tenencia del bien: seguro de vivienda, gastos de la vivienda (luz, agua, escalera, etc.) y contribuciones e impuestos varios. Vamos, que después de analizar esto no parece tal el chollo. Aunque puede llegar a serlo.
Si compramos un piso muy barato y obtenemos un buen alquiler, con un inquilino fiable que nos paga gran parte de los gastos corrientes podemos aprovecharnos de la revalorización del activo y al mismo tiempo obtener una renta del mismo. Pero ahí el trabajo es nuestro, comprar bien (ubicación) y a buen precio. Adecentar el inmueble y posteriormente buscar al inquilino perfecto. No es imposible pero requiere esfuerzo.
Si no eres un inversor que busca rentas, pero quieres diversificar su patrimonio: compra un fondo que invierta en inmobiliario o acciones de una SOCIMI.