Quería una recomendación para la parte de liquidez de mi cartera. ¿Cuánto debería destinar?, creo que destino demasiado…
El objetivo de esta parte de la cartera consiste en disponer de la liquidez para hacer frente a hipotéticos imprevistos o a gastos planificados a muy corto plazo (inferior a dos años); también funcionaría como un “comodín” para poder aprovechar tácticamente oportunidades de inversión que pudieran surgir a largo plazo.
- Serán, pues, inversiones a corto plazo; es decir, dinero invertido del que requeriremos en un período inferior a doce meses.
Respecto a esta parte de la cartera, la prioridad consistirá en mantener la inversión principal; la rentabilidad pasará a un segundo plano. Así las inversiones “reposarían” tranquilas, ya que no podemos permitirnos un exceso de volatilidad, puesto que no sabemos cuándo podremos necesitar el dinero. Los instrumentos financieros que seleccionaremos para esta parte de la cartera serán: depósitos bancarios con liquidez, fondos de inversión monetarios, fondos de inversión de renta fija a muy corto plazo, etc. En general, productos muy líquidos.
Véase también: Depósitos para la parte más líquida de mi cartera
El porcentaje que destinaremos a este bloque dependerá, obviamente, de nuestra capacidad de generar ahorro y de nuestra mayor o menos aversión al riesgo (cuanta mayor capacidad de ahorro, menor porcentaje en este bloque, y para perfiles conservadores, mayor cuantía).
Dada la situación de inflación cero en la que nos encontramos actualmente, cualquier rentabilidad positiva en este bloque, siempre que mantengamos las premisas anteriormente citadas, constituirá una inversión más que interesante durante esta fase.
Como siempre, mi equipo y yo nos ponemos a su disposición, para que contacte con nosotros si así lo desea y podamos ofrecerle cualquier ayuda que necesite.