¿Es posible pedir una hipoteca en yenes? He oído que hay la opción, ¿Me lo aconsejais?
En efecto, es posible referenciar una deuda a una o varias monedas extranjeras, si bien teniendo en cuenta que si la referenciamos sólo a una divisa, estaremos incrementando tanto nuestro riesgo como nuestra rentabilidad potencial, por tanto no hay que olvidar que se trata de una operación tremendamente arriesgada.
Así pues, en un contexto de burbuja inmobiliaria a punto de estallar, de altos tipos de interés (euríbor>5%) y donde todo el mundo quería invertir en ladrillo, algunos bancos vendieron “la solución” de las hipotecas en divisas extranjeras como el Yen japonés, ya que los intereses en Japón eran bajos, y previsiblemente una moneda fuerte como el Euro no iba a perder competitividad a favor del Yen.
De manera que los más arriesgados, vieron una oportunidad de ahorrarse mucho dinero en el pago de la Hipoteca (claro está, en caso de que la situación no se alterase, algo poco probable realmente), ya que ésta permite la adquisición de una de las principales inversiones en la vida de cada familia.
Ejemplo:
Juan necesita 100.000 € para adquirir una vivienda, viendo un euro fuerte respecto al yen, y ante el elevado tipo de interés del euro, por lo tanto el 13/06/2008, para comprar la casa ese día necesitará (a un tipo 166,05 ¥/€), 166.050.000 yenes a devolver en 20 años.
Sin embargo, debido al cambio experimentado en 4 años desde la adquisición de la vivienda, y tras haber amortizado varias cuotas del préstamo, suponiendo que acumula una deuda pendiente de 146.124.000 ¥. Por lo tanto, el nuevo tipo de cambio, tan sólo 4 años más tarde es de 100,02 ¥/€ (13/06/2012), de manera que éste reforzamiento del yen respecto al euro (hacen falta menos yenes para adquirir 1 euro), encarecería en gran medida nuestra deuda respecto a nuestra moneda local:
Ya que tendríamos que desembolsar, 146.094,47 €, por lo tanto ésta pérdida de valor del euro respecto al yen, haría que pese a haber pagado 4 años de préstamo hipotecario, nuestra deuda lejos de reducirse se habría incrementado casi en la mitad (46,09%).
De esta manera, igual que se magnifican las pérdidas, también se podrían amplificar enormemente los beneficios, pero eso sí, pagando a costa de un riesgo muy elevado.
Mi consejo personal, es que sería más recomendable pagar un tipo de interés mayor (seguir con la hipotecas en euro) a costa de mayor tranquilidad y seguridad en las fluctuaciones de nuestra deuda (y por tanto, prosperidad financiera), de manera que pudiéramos dormir “toda la noche, sin graves preocupaciones”. Por otra parte, la seguridad a largo plazo tiene un valor añadido, ya que como hemos podido ver en nuestro ejemplo la cotización ha variado un 66,01% en un período tan solo de cuatro años.