Soy de Barcelona, voy a hacerme una hipoteca, con lo de la independencia se ha hablado mucho de si se va a salir del euro que las hipotecas serán más caras por la moneda y todo esto por lo que he pensado que me podrían asesorar si me interesa una hipoteca en dólares.
En primer lugar, se trata de un tema muy complejo en el que pueden actuar muchos factores de distinta índole por lo tanto sería complejo asesorar al respecto, ya que en caso de independizarse uno de los principales asuntos a tener en cuenta es la moneda local que tendría en Cataluña (ya que parece ser, que no estaría autorizada a utilizar el Euro).
Ésta hipotética moneda, fluctuaría respecto a las otras del mercado de divisas, de manera que la apreciación de monedas como el euro o el dólar al respecto de dicha moneda encarecería bienes y/o servicios de otros territorios (y por lo tanto las Hipotecas denominadas en dichas monedas). Por lo tanto, en caso de ser una moneda débil, respecto a la divisa en la que se referencian las hipotecas, usted se vería gravemente perjudicado (y viceversa), muy importante al respecto explicar que fluctúan continuamente, así como que el tipo de cambio histórico no tiene por qué influir en el que habrá a futuro.
Los tipos de cambio, determinados por la oferta y demanda, son influidos por diversas variables entre otras como:
- Tipos de interés: a mayor interés, habrá mayor demanda de la moneda y se apreciará.
- Tasas de inflación: a mayor inflación (subida de precios), habrá menor demanda y se depreciará.
- Cambio en los recursos: a mayor riqueza o mayor ahorro de un país, se apreciará la moneda en cuestión.
- Comercio: si se presenta déficit en la balanza comercial, la moneda de ese país se debilita (deprecia).
- Intervenciones de Bancos Centrales: tienen poder para afectar a la oferta y la demanda
- Expectativas e incertidumbres al respecto
Aunque las principales teorías explicativas se basan en el precio de los productos y el tipo de interés del dinero.
Desde mi humilde punto de vista, pienso y espero que ésta situación no se llegue a producir, ya que tendría consecuencias negativas tanto para España como Cataluña, y para nada ayudaría a corto plazo a la solución de los grandes problemas que tenemos los Españoles como conjunto. Yo me encuentro a favor, de la gente que piensa que se trata de una maniobra de “presión” al Estado, para conseguir mayores ingresos con los que poder cubrir las consecuencias negativas de una mayor estructura de costes.
Insisto, en que es una opinión personal, pero sí que estoy convencido de que las consecuencias que pudiera tener un hecho de ésta magnitud no son valorables a priori, ni comparables con otras situaciones similares que hayan podido tener lugar en otros países. Resaltando, que por ejemplo CaixaBank ha blindado en sus nuevos estatutos su vínculo con España, en el siguiente enlace podrá leer al respecto: http://www.elmundo.es/espana/2014/04/27/535c4701268e3e89088b4585.html
Respecto a las Hipotecas referenciadas a divisas:
Son préstamos hipotecarios, suscritos en monedas extranjeras y que nos permiten aprovecharnos de los bajos tipos de interés de los mercados de los países respectivos, así como de la debilidad del tipo de cambio de la divisa en cuestión.
Sin embargo, tienen el alto riesgo de que se produzcan cambios de tendencia que revaloricen la moneda extranjera, de manera que al cambio aumente nuestra deuda. Ya que si el dólar se apreciase respecto a nuestra moneda, al cambio se incrementará nuestra deuda (necesitaríamos más moneda doméstica, para adquirir divisas). Y más, teniendo en cuenta los largos plazos en los que se suelen amortizar las hipotecas, asistiríamos seguramente a fluctuaciones importantes en el valor de nuestra deuda, lo que dificultaría una correcta planificación.
Por ello, se recomienda llevarse a cabo con divisas estables y que presentan tipos de interés bajos, como podría ser el Yen Japonés.
Teniendo en cuenta, que la elevada Rentabilidad/Riesgo de éste mercado nos llevará seguramente hacia fuertes fluctuaciones en la deuda contraída.
Vuelvo a insistir en la inexistencia de los instrumentos o productos perfectos, ya que antes de poder ser contratada una hipoteca en divisas, el cliente tendría que ser capaz de comprender los grandes riesgos, y no sólo los beneficios potenciales a los que se enfrenta. Es por ello, que se suele “repartir” el riesgo, referenciando la deuda no sólo a una, si no a varias divisas, consideradas estables y con bajo interés (se trataría de diversificar los riesgos).