¿Los CoCos son como las preferentes?

He leído que el Popular prepara una nueva emisión de ‘cocos’ ¿No es esta otra cosa mala como las preferentes? No me aclaro.

Nos gustaría comenzar la respuesta, aclarando que ningún producto de inversión es malo, siempre y cuando se conozcan a la perfección las características del mismo, y sobre todo, se elija ese producto de una manera consciente y teniendo claro el riesgo del mismo.

Los intereses suculentos que ofrecen las emisiones de preferentes y obligaciones convertibles de algunas entidades financieras van acompañados de un riesgo muy elevado. No hay que olvidar que son productos complejos, que no tienen nada que ver con los depósitos y que, aunque son renta fija, existe la posibilidad de que el inversor pierda dinero, según advierte la Comisión Nacional del Mercado de Valores en los folletos de las emisiones.
Este es el primer punto que hay que tener muy claro. Los productos que ofrecen rentabilidades muy altas, suelen tener un riesgo acorde a dicha rentabilidad.
Lo que está claro es que el inversor que acuda a la emisión de convertibles del Banco Popular, debe confiar en que la acción de la compañía se va a revalorizar de forma importante. Sólo le convendrá ejercitar la conversión voluntaria si el precio de conversión, que se ha fijado, es inferior al precio al que coticen las acciones del Banco Popular cuando se plantee la transformación de las obligaciones en acciones.
Eso sí, las obligaciones convertibles en acciones tienen una gran ventaja sobre las preferentes, y es que no son perpetuas. Tienen una fecha tope para la conversión en acciones. Otra de las diferencias, es el orden de prelación en caso de quiebra. Los que tienen obligaciones subordinadas se colocan por detrás de todos los acreedores, incluso de las participaciones preferentes, pero por delante de las acciones.
En nuestra opinión, hoy en día, hay alternativas mucho más atractivas, y sobre todo líquidas, para obtener buenas rentabilidades anuales. Estamos ante un momento donde la renta variable se ha hecho muy atractiva, con compañías que pagan dividendos muy jugosos y con las que se puede ir creando, con la ayuda de las opciones financieras, una cartera con un riesgo controlado y un buen retorno.