No paro de leer que para la jubilación ahora es mejor un fondo de inversión que un plan de pensión ¿Pero no tienen los planes ventajas fiscales que los hace muy buenos?
Para la planificación de la jubilación se debe tener en cuenta los siguientes aspectos: circunstancias personales de cada individuo, la capacidad de ahorro, los objetivos económicos y el horizonte temporal para conseguirlos. Hay diversos instrumentos de cara a planificar y ahorrar para la jubilación, lo importante es seleccionar el/los adecuados para sus circunstancias personales, situación fiscal y económica. Por tanto la elección entre un plan de pensiones o un fondo de inversión no se puede hacer sin antes haber analizado todos estos aspectos ya que son instrumentos financieros muy diferentes.
– Los Planes de Pensiones: es un instrumento de ahorro a la jubilación que solo es liquido en el momento de la jubilación o situación asimilable, como paro de larga duración, invalidez, enfermedad grave y fallecimiento. Los planes de pensiones le permiten elegir el tipo de inversión, pudiendo cambiar de uno a otro, que inviertan en los distintos mercados de renta fija o variable, en función de las circunstancias económicas, de su perfil inversor y su proximidad a la jubilación.
Tienen la ventaja fiscal que las aportaciones reducen la base imponible. Existe un limite de deducción en las aportaciones en función de la edad y de los rendimientos de trabajo (según la fiscalidad actual):
Hasta los 50 años la menor de las siguientes cuantías: el 30% de la suma de los Rendimientos Netos del Trabajo y de Actividades Económicas percibidos individualmente en el ejercicio ó 10.000 Euros.
Para mayores de 50 será la menor de las siguientes cuantías: el 50% de la suma de los Rendimientos Netos del Trabajo y de Actividades Económicas percibidos individualmente en el ejercicio ó 12.500 Euros .
Tanto las aportaciones como los rendimientos tributan como rendimiento de trabajo a la hora de cobrarlos, pudiendo percibirlos en forma de capital, renta o mixto.
Fondos de inversión (cartera de fondos de inversión): es un instrumento financiero muy flexible, sus principales diferencias al compararlo con el plan de pensiones son:
- Liquidez: es líquido en cualquier momento (el plan de pensiones no).
- Fiscalidad: el partícipe de un fondo de inversión no tributa hasta que se produzca el reembolso de las participaciones. Si hemos pagado comisión de suscripción, reembolso, gestión o custodia, estás se podrán deducir del valor de suscripción ya que son gastos deducibles.
La plusvalía o minusvalía patrimonial tributara en función del período:
- Plusvalías generadas en menos de un año: se integrará en la base imponible general, con lo que el tipo de gravamen puede ir desde el 24,75% hasta el 52%.
Periodo de generación de la plusvalía patrimonial superior al año: se integrará en la base imponible del ahorro, aplicando los siguientes tipos de gravamen:
- Entre 0 y 6000 euros: los intereses tributan al 21%
- Entre 6000,01 y 24000 euros los intereses tributan al 25%
- Más de 24000 euros los intereses tributan al 27%
La principal ventaja fiscal que nos ofrecen los fondos de inversión es que no pagamos impuestos a Hacienda hasta que no se haga efectiva la ganancia patrimonial, y por tanto si decidimos hacer un traspaso de fondos (independientemente de la gestora, tipos de activos o zonas geográficas) no tributaremos fiscalmente hasta el momento de hacer líquida la inversión.
En resumen, si lo que quiero es acumular un mayor capital neto para la jubilación con liquidez, flexibilidad y mejor tratamiento fiscal a la hora de cobrarlo el producto adecuado seria un fondo de inversión. Por el contrario si me interesa una mayor desgravación fiscal durante mi vida laboral podría ser interesante el plan de pensiones o una mezcla de ambos.
En más de una ocasión incluso las entidades ofrecen la misma estructura de inversión bajo cada una de estas dos etiquetas a través de la gestora de pensiones o la de fondos, según se trate de un producto u otro.
La diferencia de más calado entre ambas ofertas, al margen de su buena o mala imagen, es sin duda la falta de liquidez de los planes, ya que el dinero que reciben solo se puede recuperar, con carácter general, tras la jubilación del ahorrador. Como contrapartida, disfrutan del mejor tratamiento fiscal si se compara con cualquier producto financiero. Las rentas más altas son las que más partido sacan a estas reglas del juego.
La deducción de las aportaciones en la base imponible varía en cada comunidad autónoma y se sitúa entre el 45% y el 56%, según uno u otro territorio. No hay que olvidar que las prestaciones que se cobran de un plan tributan como rendimiento del trabajo en función de la situación fiscal de cada ahorrador. La finalidad a largo plazo de los planes hace que la renta variable tenga más peso en su cartera que en la de los fondos. Las pensiones colocan el 19,2%, mientras que los fondos españoles tienen el 9,6%. Este es uno de los factores que hace que, en su conjunto y con carácter general, la rentabilidad de las pensiones sea mayor que la de los fondos.
El año pasado los planes tuvieron una ganancia media del 8,36%, dos puntos porcentuales más que los fondos de inversión. Los planes contratados por los particulares ganaron un 8,72% y los de empleo, un 7,7%. En 2013 los índices bursátiles registraron considerables subidas y la rentabilidad de la renta fija también fue muy favorable.
En plazos más largos, los planes en conjunto, o separados en individuales y en empleo, superan a los fondos, salvo en dos ocasiones en las que la balanza se inclina ligeramente a favor de los fondos. En los últimos tres años, los fondos de inversión ganan una media anual del 3,62%, frente al 4,52% del conjunto de los planes, el 4,07% de los individuales y el 5,17% de los de empresas. Este mejor comportamiento en las tres variables de los planes sobre los fondos solo se rompe en la comparación de los fondos con los planes de particulares en los plazos de diez y quince años. Comisiones Las comisiones de los planes tienen mucho que ver en el rendimiento de estos productos. Son un factor que resta más ganancias en los planes de particulares, que aplican de media un 1,57% sobre patrimonio entre coste de gestión y de depositaría. En los productos para empresas se reducen drásticamente hasta el 0,24%. La comisión media de los fondos de inversión españoles es del 1,02% Año a año, desde 2001 hasta 2013, el comportamiento de los planes fue mejor que el de los fondos en ocho ejercicios frente a los cinco en los que fue al contrario.