¿Qué es mejor para un inversor particular, comprar directamente acciones, donde tienes el control total de lo que haces, o comprar un fondo, donde sólo sabes la política general de inversión?
Existen varios factores que diferencian a los fondos de inversión de las acciones, que pueden hacernos decantar por uno u otro instrumento: fiscalidad, flexibilidad, diversificación, costes, etc.
- Rapidez en la operativa: las acciones tienen una operativa más rápida en cuanto a la compra-venta en el mismo día, en todo momento conocemos su valoración y a qué precio cotiza. Los fondos de inversión tardan un poco más en efectuarse los cambios (dependen de la hora a la que se dé la orden, puede ser de un día para otro) y el valor de las participaciones lo conocemos al final del día o al día siguiente.
- Diversificación: para tener una cartera de acciones correctamente diversificada necesitamos invertir cantidades importantes. Los fondos de inversión nos permite tener una diversificación adecuada desde cantidades bajas.
- Fiscalidad: es un factor muy importante a tener en cuenta en nuestras inversiones, ya que los impuestos puede mermar la rentabilidad final impidiendo cumplir nuestras expectativas de inversión. En las acciones cada vez que realizamos algún cambio estamos obligados a vender y por tanto a tributar. Los fondos de inversión no, estos tienen la ventaja fiscal de poder cambiar de un fondo de inversión a otro sin tributar, lo que nos permite diferir el pago de impuestos y obtener rentabilidades por esos impuestos no pagados. Solo en el momento en el que se venden las participaciones, tributa.
- Costes: las acciones tienen unos costes fijos de depósito y custodia, de operativa de compra- venta, y esos costes tienen unos mínimos independientemente del capital que sea, esto puede provocar que si el capital total invertido en la cartera es bajo al final sea los gastos sean un lastre a la rentabilidad. En los fondos de inversión no pasa esto, las comisiones que se cobran se detraen directamente del valor liquidativo. Lo que hace que sea un producto excelente para inversores particulares que empiezan por pequeñas cantidades.
Dependiendo de cada situación en particular se puede hacer una combinación de ambos, lo importante en una cartera de inversión es que tenga una correcta diversificación (por combinación de distintos instrumentos financieros, activos, tipos de gestión, gestoras, vencimientos, zonas geográficas, etc.), que se adapte a su perfil inversor, circunstancias económicas, horizonte temporal y situación fiscal.