¿Cómo debe ser una buena gestión patrimonial? Tenía entendido que esto era simplemente hacer un presupuesto, pero he visto que va más allá y que también implica saber cuándo invertir y cuándo no hacerlo… ¿Me podéis ayudar?
El diseño de cualquier estrategia de inversión a seguir en la gestión del patrimonio se compone de varias fases:
- Fase: obtener la información necesaria del cliente para determinar el nivel de aversión al riesgo. En esta fase también se van a definir los objetivos personales y financieros del cliente determinando el horizonte temporal para cada objetivo de inversión.
- Fase: diseñar una cartera con los vehículos de inversión más adecuados teniendo en cuenta la fiscalidad. Es decir construir una cartera capaz de dar al cliente una rentabilidad (deseada) con el nivel de riesgo que el cliente desea asumir. Aquí la diversificación es esencial a la hora de elaborar una cartera de inversión, ya que con la adecuada asignación de activos (renta variable, renta fija, divisas, estilos de gestión, zonas geográficas, etc) nos permita minorar el riesgo y conseguir la rentabilidad para su objetivo de inversión y su perfil inversor. En el momento de la asignación de activos y distribuirlos adecuadamente vamos a tener en cuenta la situación económica, momento de mercado y un análisis macro para seleccionar los activos más adecuados al momento actual.
- Fase: seguimiento y ajustes periódicos, durante la vida de la cartera se debe realizar distintos ajustes entre ellos:
Rebalanceo de la cartera: debido a desequilibrios de porcentajes de los activos que la componen.
Ajustes tácticos: motivados por cambios en las expectativas de los distintos mercados y activos financieros.
Cambios derivados de modificaciones en los objetivos del cliente, cambios en su situación personal, laboral o económica que nos implica crear nuevos objetivos de inversión o modificar los actuales.Ajustes por cambios en la fiscalidad, desviación de los resultados con relación a los objetivos marcados, etc.
Antes de realizar una inversión es fundamental determinar el perfil inversor puesto que nos indica que productos financieros encajan con sus necesidades y preferencias. Para ello se deben conocer los siguientes puntos:
- – Datos objetivos: son independientes de la personalidad del inversor, por ejemplo, profesión, situación patrimonial, situación familiar, ingresos, deudas…
- – Datos subjetivos: depende de la manera de ser, como el objetivo de inversión, horizonte temporal, nivel de tolerancia al riesgo, conocimientos económicos previos, experiencias anteriores…
- – ¿Cuáles son mis objetivos financieros y de cuánto tiempo dispongo para obtenerlos?
De una forma realista y concreta hay que marcarse un objetivo incluyendo plazo, cuantía y finalidad, estos son aspectos esenciales para saber el tipo de productos que se adaptan mejor a sus intereses.
- ¿Cuál es el grado de riesgo que estoy dispuesto a asumir?
Nos encontramos por un lado con su capacidad financiera, el margen con el que cuenta para poder hacerse cargo de las posibles pérdidas de una inversión. Por otro lado está determinado por su forma de ser, su tolerancia personal al riego.
- ¿Debo asesorarme?
Aunque usted posea conocimientos financieros es conveniente recurrir a un profesional para que le oriente sobre productos adecuados a su perfil.
Hay que adaptar la inversión a su perfil para así poder obtener una rentabilidad deseada sin asumir más riesgos de los que le permite su situación personal. Normalmente un perfil de riesgo conservador va reñido con la obtención de una alta rentabilidad, aunque siempre se puede minorar el riesgo con una adecuada diversificación y selección de productos dentro de la cartera de inversión realizando posteriores ajustes a corto/medio/largo plazo.
Lógicamente hay una relación directa entre la rentabilidad esperada de la cartera y el riesgo que se asume, la combinación óptima de rentabilidad/riesgo viene determinada por la preferencia del inversor, es decir su grado de aversión al riesgo.
Antes de decidir cuál es el porcentaje adecuado en renta variable dentro de una cartera diversificada hay que definir el perfil del inversor, horizonte temporal y objetivos financieros. Debemos tener en cuenta también el momento del mercado, zonas geográficas, fase del ciclo económico… Una vez determinados se elabora una cartera con los distintos porcentajes de activos, es decir renta fija, renta variable, divisas, zonas geográficas, estilo de gestión… adecuados al cliente y a sus objetivos.
Un perfil conservador
Se caracteriza por: rechaza el riesgo y su prioridad es la seguridad en la recuperación de la inversión, prefiere inversiones con elevada liquidez, prefiere el corto plazo, si bien dependerá del objetivo o finalidad personal de la inversión.
Debido a estas características una cartera conservadora no debería tener (independientemente del momento de mercado) más de un 10%-15% en renta variable, por tanto la distribución que nos plantea no sería la más aconsejable para este perfil de riesgo. Una asignación más adecuada dependiendo de su situación personal, plazos de inversión, necesidad de liquidez, etc podría ser, actualmente y a modo de ejemplo la siguiente:
- 10% en Renta Variable.
- 20% Gestión Dinámica y Mixtos Flexibles o Retorno Absoluto.
- 30% Renta Fija.
- 40% Mercado Monetario.
De todos modos habría que hacer una distribución de acuerdo a su situación personal, adaptada a su perfil y teniendo en cuenta los factores anteriores.