¿Hasta cuándo vamos a seguir viendo un panorama de bonos con rentabilidades tan bajas? y en este entorno ¿Qué apuestas conservadoras se pueden hacer?
Los bonos son valores emitidos por Estados o entidades privadas, a un plazo superior a 2 años. Un bono es un instrumento financiero por el que el tenedor o suscriptor del mismo (bonista) presta dinero a una corporación o emisor a cambio de unos intereses periódicos (cupón), hasta la fecha de amortización (vencimiento), en la cual el emisor está obligado a devolver la totalidad del capital (nominal).
El precio de cotización de un bono viene marcado por una serie de variables: solvencia del emisor, fecha e importe de los cupones, fecha y valor de la amortización, expectativa de la evolución de los tipos de interés y tipos de interés vigentes en cada momento para ese tipo de emisiones.
El precio y el tipo de interés tienen una correlación inversa. Y este puede variar en función de la oferta y la demanda que se ajusta en función de la evolución de los tipos de interés, expectativas futuras de tipos de interés o del riesgo de crédito del emisor.
Actualmente las rentabilidades que se están ofreciendo en los bonos son muy bajas. La prima de riesgo ha bajado mucho, los tipos de interés están muy bajos. Pensamos que tiene el recorrido prácticamente agotado. Está situación de tipos mínimos, provoca que ante cualquier estrés de mercado, puede dar como resultado rentabilidades negativas. Si suben los tipos de interés como consecuencia de una subida de la prima de riesgo, los precios de los títulos de renta fija reaccionaran de forma inversa, lo que provocará una caída en sus precios y una pérdida del valor.
La opción más conservadora sería invertir en renta fija a corto plazo, en monetarios o flotantes, los cuales reaccionaran mejor, que la renta fija a largo plazo, ante posibles subidas de la prima de riesgo o expectativas de subida de tipos.
Uno de los mejores instrumentos para invertir en renta fija, es a través de fondos de inversión, ya que nos permite: tener una mayor flexibilidad, ventajas fiscales (podemos trasladar de un fondo de inversión a otro sin tributar), liquidez en cualquier momento y minoración de riesgos. Sería recomendable invertir en aquellos fondos de inversión que tengan duraciones cortas, fondos de retorno absoluto (estrategia long-short,…), que puedan gestionar la duración (ponerse en corto o con duraciones negativas), monetarios y de gestión alternativa.
Es importante tener una cartera correctamente diversificada (por zonas geográficas, tipos de activos, mercados, tipos de gestión, duraciones, etc.) que se ajuste a su perfil inversor, objetivos económicos y horizonte temporal.